GASTRONOMíA

II RUTA DEL MOSTO DE TREBUJENA

La comarca del Bajo Guadalquivir, en noviembre, tiene nombre propio: TREBUJENA y la degustación de sus mostos. Una ruta con sabor, que ofrece toda la riqueza de un territorio único, que sabe conjugar a la perfección las sensaciones que encierra uno de los paisajes más sorprendente de Andalucía.
La apertura de los mostos de esta tierra, en noviembre, es la ocasión ideal para descubrir este territorio y disfrutar la riqueza gastronómica que se pone de relieve en un pueblo que lleva a gala, el cultivo de la vid y la crianza del vino.

Comenzamos en la Plaza de España, de Trebujena; punto de recepción, donde iniciaremos la actividad conociendo la población, el territorio y sus gentes, junto a algunos de los elementos patrimoniales más relevante del lugar. Desde allí, y sin pasar por alto la belleza de las calles del entorno --con la marisma y el Guadalquivir al fondo-- visitaremos los restos del Castillo de los Guzmanes, donde se originó la población como villa de señorío, de la Casa de los Medina Sidonia, con el propósito de fijar los límites de su señorío, frente a, la cada vez mayor, influencia del poder Real de finales del s. XV. La visita continua, a partir de este momento, en un divertido tren turístico que nos llevará, desde la Plaza Cañadas, junto a la Plaza de Abastos de Trebujena y el Teatro Municipal; hasta la Bodega Cooperativa de Ntra. Sra. de Palomares, donde conoceremos todo el proceso que se lleva a cabo en su interior, y podremos comprobar el buen hacer de sus gentes al degustar alguno de los vinos de esta tierra, razón de ser del trebujenero. A continuación seguiremos la marcha, en nuestro tren, que nos acercará a varios de los rincones con mayor encanto y sabor de la población: TASCAS "El Piraña", "El Bollao", "El Conde" o "Juan Chica" donde se sirve el mosto del año, con platos típicos de la cocina autóctona local, basado en los auténticos productos del Bajo Guadalquivir.

Finalmente, tras el almuerzo y disfrutar de un merecido tiempo libre, partiremos en nuestro tren a las 16:30 h. desde la Plaza Cañadas, hasta las orillas del Guadalquivir, cruzando las lomas albarizas de una campiña toda cubierta de viñedos, hasta adentrarnos en las planicies de las marismas y detenernos finalmente, ante la misma orilla del milenario Guadalquivir, donde podremos sentir las brisas marinas que remontan su curso, mientras que contemplamos la mágica puesta Sol.

Tras ponerse el sol regresamos impregnados del aroma del Guadalquivir a la población, donde finalizamos nuestra visita a Trebujena.