Es cierto que la obra original de “ha nacido una estrella” se considera una obra maestra, aunque también hay distintas formas de contar una misma historia, sin tener porque estropear la esencia de la película original. Varias han sido las versiones desde que en 1937, en la que William A. Wellman dirigiera el primer film de esta película en la gran pantalla, una fue en 1954 y la otra en 1976, pero esta nueva versión que ha dirigido Bradley Cooper, estrenándose como director, se puede decir que ha sido todo un acierto, aunque él se basa más bien en recrear la versión de 1976, protagonizada por Barbara Streisand y Kris Kristofferson, que ganó dos oscars a mejor canción original (“Evergreen”) y música, resultando ser un musical de primer nivel.
Aunque en esta película no sólo actúa como director, sino también como coguionista y como actor protagonista junto a Lady Gaga, Bradley Cooper le da vida a Jackson Maine, una estrella de la música que descubre a una joven cantante y decide ayudarla en su carrera hasta la fama, enamorándose de ella. Pero esta estrella musical, está atormentada por el alcohol y las drogas, un hombre bueno condenado por los traumas de la infancia. Por ello éste paseo de la fama no será un camino de rosas, para la protagonista. Aunque Ally (Lady Gaga) no duda en apoyarle y ayudarle incondicionalmente viéndose en esta interpretación, que la química que existe entre los actores es fabulosa.
Parece que la cantante quiere enseñarnos con este papel, su lado más humano y menos estrafalario, todo lo contrario a lo que estamos acostumbrados que nos muestre la cantante. La interpretación de Bradley Cooper y Lady Gaga en este drama romántico es brillante, ya que logran meterte en la trama y el contexto de la película, llegándote a emocionar en algún que otro momento, aunque el guión se puede decir que es algo previsible.
La unión entre musical y drama está algo peor tratado en la segunda hora de la película, ya que en la primera parte, las canciones sirven para avanzar con el drama, pero luego se concentra más en el trama de la relación, que en la fusión de la música con la historia en sí, más bien la música se utiliza como elemento de transición.
Considero que no ha nacido una estrella, sino dos, ya que por un lado Lady Gaga demuestra que se le da muy bien interpretar en la gran pantalla, aunque ya había demostrado que era muy buena actriz protagonizando la serie “American Horror Story”. Y Bradley Cooper ha demostrado ser un director de primera, ya que para nada parece que la dirección haya sido de un “novel”, porque llega a deslumbrar su dirección por los buenos planos, el ritmo de las actuaciones y los enfoques de las caras en los momentos claves para realzar las emociones de los personajes.
Lourdes Rojí Rosendo
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