El cine es el perfecto exponente de la orgullosa muestra de patriotismo americano. Para ellos, narrar un acontecimiento tan impactante como un atentado en su propio suelo es el caldo de cultivo perfecto para exacerbar sus valores. Por lo tanto, el atentado de la maratón de Boston en 2013 tiene ya su visión cinematográfica pero, por lo visto, no permanecerá en la memoria de ningún espectador.
El problema de esta nueva película de Peter Berg es su incompetencia para lograr plasmar la épica y heroicidad que trata la historia. Todo parece excesivamente programado, atado a los clichés clásicos y sin oportunidad a la espontaneidad que requiere el producto.
El film resulta sobrio y correcto, pero peca de frialdad. Navega bajo las reglas del “thriller” pero naufraga en su ímpetu narrativo, no aprovecha las emociones expuestas y el espectador es testigo de una ocasión desaprovechada… no llega a calar en él.
Cierto que el reparto es verdaderamente interesante, sosteniendo la trama es sus mayores momentos de debilidad. Disfrutar del trabajo de Whalberg, Kevin Bacon, John Goodman o J.K. Simmons es encontrar un oasis en mitad de la nada, pero al final resulta insuficiente.
“Día de patriotas” es un film tan decente como decepcionante. Si espera emocionarse con una historia de valor y camaradería, esta no es la mejor opción.
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Crítica por Andrés Martín
