Paco Plaza es, desde hace más de una década, una de las voces más autorizadas de nuestro cine fantástico y de terror. Tras conseguir con “Rec” hace exactamente diez años una de las obras cumbres del género de terror patrio –junto a Jaume Balagueró- ahora afronta en solitario la adaptación un estremecedor caso real.
Que nadie piense que el hecho de que los verdaderos protagonistas de “Verónica” sean adolescentes la incluyen en el “pack” de olvidables productos de terror “teenager” que se exportan del otro lado del Atlántico… nada más lejos de la realidad. “Verónica” es un maduro y sobrio film de género que no duda en explorar inteligentemente la fragilidad de unos personajes que intentan sobreponerse a su inmadurez para superar situaciones imposibles de controlar.
En esa magnífica descripción de personajes es donde radica el encanto de una película que huye del susto fácil e introduce elegantemente al espectador en una asfixiante espiral de terror que, por momentos, adquiere tintes irrespirables.
Cabe destacar el esforzado e interesante trabajo de la joven y debutante Sandra Escacena, actriz con talento, naturalidad y futuro a la que habrá que seguir con interés, aunque no podría olvidar nombrar a la gran Ana Torrent… siempre supone un enorme placer el reencuentro con semejante actriz.
“Verónica” impactará a los amantes de las emociones fuertes que buscan más allá de meros productos unidimensionales. Un encomiable film tan brillante como honesto, muy por encima de la media.
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Crítica por Andrés Martín
