NOTICIAS

Sobredosis de fiesta y riesgo

La subida de adrenalina, el riesgo real y la fiesta de domingo soleado volvieron a congregar ayer a miles de personas en los municipios que celebran el día de Resurrección con la suelta de toros bravos. Bien pudieron lamentarse ayer víctimas en Arcos, Vejer, Paterna y Los Barrios, pero cuatro embestidas muy peligrosas en cada uno de estas localidades solo acabaron dejando a cuatro personas heridas de gravedad. Fue un día de actividad para las asistencias sanitarias.
Uno de los accidentes de mayor gravedad se produjo en la madrugada del Toro del Aleluya de Paterna, donde Llamador, el astado que se soltó a partir de la una de la madrugada, interceptó a un joven de Los Barrios al que alcanzó con el cuerno en la zona inguinal. Le provocó una herida con dos trayectorias, una ascendente de doce centímetros y una descendente de nueve centímetros. El herido fue trasladado de inmediato a la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) móvil. Allí fue intervenido para coserle la herida antes de su evacuación al hospital de referencia de Puerto Real donde llegó consciente, según apuntó el alcalde del municipio, Alfonso Caravaca.
En Vejer, Lerenle, el primero de los toros en recorrer las abarrotada localidad, pilló desprevenido a un hombre sexagenario en la calle Juan Relinque, entre la Esquina de la Pita y la subida a San Miguel. Le levantó con la cornamenta e hizo que se golpeara fuertemente sobre la calzada, lo que le dejó prácticamente inconsciente. Los propios corredores auxiliaron al herido y lo pusieron a buen resguardo detrás de la valla que cerraba la calle Juan de Sevilla a la espera de la llegada de los servicios médicos. En pocos minutos se personaron efectivos de la Policía Local y miembros de Protección Civil con una camilla. Tras colocarle un collarín para evitar daños en el cuello, el corredor embestido fue evacuado primero a pie y después en ambulancia hasta el centro de salud, donde se le diagnosticó una fuerte brecha en la cabeza y la rotura de una pierna. Tras una primera cura, el individuo fue derivado al hospital de referencia de Puerto Real, donde se recupera de sus heridas, informó el alcalde de Vejer, José Ortiz.
Con esta persona fueron seis los atendidos por el equipo médico. Otro de los contusionados fue un hombre que se encontraba en la Plazuela, justo en el lugar elegido por el toro para arremeter tras su salida. El resto de heridos fueron golpeados por el primer astado, que dio mayor juego que el segundo, que apenas hizo una carrera de ida y vuelta a la barriada de San Miguel, punto de partida.
Los alcaldes de Paterna y Vejer destacaron el buen ambiente que se vivió en las dos localidades tanto en la jornada anterior a la suelta como en la propia jornada de ayer domingo, donde la climatología acompañó y llenó las calles y azoteas cercanas a los recorridos de los astados.
Los Toros del Aleluya, en Arcos, también congregaron ayer a miles de personas en sus calles y dejaron a su paso algunos heridos, el más importante de ellos, un joven de 24 años al que tuvieron que suturarle 25 puntos en la mejilla como consecuencia de la embestida del primero de los toros justo después de su salida del cajón. El herido, vecino de la localidad, no sufrió cornada pero sí un golpe en el tórax fruto del revolcón del toro, de nombre Poeta, con lo que fue enviado hasta el Hospital de Jerez para recibir asistencia después de ser tratado en el centro de Cruz Roja.
La fiesta arcense se inició sobre las doce de la mañana con la salida de su cajón del primero de los toros, un morlaco de 500 kilos de la ganadería Cebada Gago. A esa hora decenas de aficionados se concentraron entre las calles Gomeles y Corredera para correr delante del astado. Algunas caídas de los mozos por resbalones, además del joven herido reseñado, fueron el saldo del primero del lote, que fue devuelto por el equipo de protección del animal al camión diez minutos antes de la hora que tenía que estar en la calle por cansancio.
Dos horas después, sobre las tres de la tarde, se producía el segundo encierro sin incidentes. Tan sólo hubo que lamentar una pelea entre dos hombres que restó la atención, unos minutos, del astado. Esta segunda suelta que se concentró, sobre todo en la calle Corredera, deparó algún susto entre el respetable que se concentraba para disfrutar de la fiesta al ver cómo el toro, de nombre Valeroso, arremetía contra las vallas de seguridad instaladas por el Ayuntamiento.
La Cruz Roja arcense, encargada del dispositivo sanitario tuvo que asistir en total a 16 personas con diversas patologías tales como traumatismos, crisis de ansiedad, intoxicaciones etílicas, hipotensión y picadura de insectos.
Arcos se convirtió en foco de la fiesta para despedir a la Semana Santa. No faltaron las notas de color y humor como la colocación de un muñeco torero en la calle Alta para amenizar la jornada ni la simulación de un morlaco en el Paseo de Andalucía para que vecinos y visitantes pudieran hacerse la foto de rigor. Como novedad del dispositivo de seguridad, en el que se emplearon más de un centenar de personas, destacó la presencia de un helicóptero desde primeras horas de la mañana que sobrevoló la localidad para detectar posibles incidencias.
En Benamahoma, la normalidad fue la tónica en los dos encierros del Toro de Cuerda. El primero de los astados, de la ganadería algodonaleña Sánchez de Alba y Merencia, de cuatro años, recorrió las calles del pueblo enmaromado sobre las doce y media de la tarde sin dejar a su paso ningún herido de relevancia. El segundo del lote hacía su aparición, sobre las seis y media de la tarde, sin ocasionar tampoco incidentes. Los organizadores estimaron que esta fiesta local atrajo a unas 4.000 personas.
En Los Barrios, la plaza de toros La Montera volvió a llenarse hasta la bandera con motivo de la trigésimo segunda edición del festejo popular del Toro Embolao de la localidad, una cita obligada en el calendario de primavera del Campo de Gibraltar que dejó un herido en el cuello por asta de toro y que, a pesar de este buen susto, se celebró con muy buen ambiente durante toda la jornada en los alrededores del coso barreño.
Pajarillo, toro de ocho años de la ganadería de Gavira elegidos para la fiesta, voló por el recorrido trazado desde la calle Vega Maldonado para pasar por la avenida Doña Rosa López Cepero, la rotonda del toro, la avenida Carlos Cano y la calle Padre Juan José y entrar en la plaza donde, además de los mozos que le acompañaban en la carrera, esperaban decenas de personas. Se sucedieron los recortes entre pasodobles sin apenas incidentes hasta que el toro, que había perdido la bola del pitón derecho, se fijó en uno de los mozos y le embistió en varias ocasiones tras quedarse atrapado entre la barrera y el suelo. El joven recibió una cornada en el cuello. Fue atendido por personal sanitario en la plaza y trasladado al hospital Punta Europa en Algeciras.
El alcalde de Los Barrios, Jorge Romero, calificó "de diez" la organización del festejo taurino del Domingo de Resurección de la peña El Toro. Entre toro y toro, además, fue posible almorzar y divertirse entre amigos en las barras que los bares de los bajos de la plaza montaron para la ocasión.