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La Feria se despide a lo grande de los isleños

La Feria del Carmen y de la Sal se despidió ayer de la ciudad después de unas jornadas que han permitido disfrutar a los isleños de todas las edades: desde los pequeños sobre todo en las atracciones hasta los mayores en casetas familiares, y jóvenes con los bailes en las casetas de marcha. No han defraudado los caballistas que día a día han dado vida al recinto.

Una nueva jornada ferial comenzó en la tarde-noche del sábado, tras el ambiente festivo respirado de la ciudad con la nueva iniciativa de Acosafe (Asociación de Comerciantes) que ha intentado promover una feria de día en el centro. Más de una treintena de establecimientos repartidos entre las calles San Rafael, Rosario, Las Cortes, General García de la Herrán, los alrededores del Mercado Central, las plazas de la Iglesia y del Rey y la alameda Moreno de Guerra han integrado un circuito que cada día ha derrochado buen ambiente con especialidades gastronómicas típicas de la zona y actuaciones varias con el fin de atraer a los ciudadanos. El resultado, explicaban el viernes responsables de algunos de estos negocios de hostelería, no ha convencido a todos, aunque para algunos se estaba desarrollando con buena acogida entre la clientela.

La Feria de noche, en una de las veladas que más público atrae tanto de San Fernando como de otros puntos de la Bahía y de la provincia, comenzaba así con seis novilladas en la plaza de toros de La Isla con ejemplares procedentes de la ganadería de herederos de Felipe Bartolomé Sanz, a cargo de los aprendices Diego Herrera Coronil, Javier Orozco Llopis, Santiago Muñoz Quevedo, José Mari, José Manuel Baizán y Manuel Navarro Díaz.

De allí se trasladó el foco de atención hasta La Magdalena, que hacia las nueve de la noche acogió, en la caseta municipal, el acto oficial de recepción a las reinas y damas de la Bahía de Cádiz, así como al coro de salineras que representará a la mujer isleña durante el presente año. El mismo escenario sirvió para entregar al cabo de unas horas los premios del concurso de exornos y presentación en el ferial. Tales distinciones han recaído este año en las carpas instaladas por las hermandades del Nazareno (La Madrugá), de la Divina Pastora (El Borreguito) y de la VOT de Dolores, con tercer, segundo y primer premio respectivamente. Para cerrar el programa oficial de actos durante esta jornada tuvo lugar también en la municipal una actuación de orquesta que dio comienzo a las once y media de la noche.

Para entonces era animado el ambiente que se respiraba en la Feria pero, según fuentes testimoniales, mucho más tranquilo que en días precedentes. Es posible que las actividades programadas durante el día en el centro, así como el relente que hacia la medianoche comenzaba a soplar, fueran causantes de una mayor pasividad por parte de los visitantes. Los puntos de mayor afluencia fueron, sin duda, la zona de las atracciones a última hora de la tarde, algunas casetas de corte familiar con grandes cenas previamente reservadas y, en última instancia, el paseo marítimo, punto de encuentro juvenil que cada año sirve de antesala al posterior colapso en las casetas de baile moderno, las más cercanas al caño. En ellas se ha podido ver este año cómo los jóvenes compartían espacio con parejas y grupos de amigos de personas más mayores que disfrutaban de la Feria baile tras baile. De las sevillanas a los sones más latinos.

Una noche pausada pues, la que sirvió de antesala a otro de los días grandes de la Feria, el de su clausura oficial, que se inició pasado el mediodía con la concentración de los caballistas en la parroquia de la Virgen de la Oliva en Camposoto, desde donde partirían en cabalgata hacia el recinto.

Numerosos amantes del mundo ecuestre se sumaron al evento de la Asociación Hípica La Isla con lo que la animación estuvo garantizada toda la mañana, primero en Camposoto, luego por todo el recorrido- entre otras vías por la calle Real- y finalmente en el recinto de La Magdalena donde entraron algunos sobre sus equinos, otros en los carruajes de los que éstos tiraban, pasadas las dos de la tarde.

La entidad hípica mantiene su fidelidad a la Feria del Carmen y después de unas jornadas en las que el caballo ha estado presente en el real, unos días con mayor presencia otras con menos, ayer desarrolló su V concurso Cortes Isla de León de presentación jinete-caballo según las normas de la doma vaquera. El jurado analiza en esta prueba la correcta vestimenta del jinete: pantalones de caireles, con polainas y medias blancas, camisa blanca, chaleco y chaqueta corta, además de complementos como el sombrero de ala ancha, el pañuelo, el reloj de bolsillo y las espuelas de adorno con correas blancas. Observa, por supuesto, el aspecto del caballo, limpio, pelado y con la cola anudada, entre otras cuestiones.

Aunque muchos caballistas se animan a participar en la Feria, exhibiendo sus ejemplares y sus ropas, no todos deciden inscribirse en el concurso. Por lo que aun cuando su número es elevado durante estos días, y especialmente la mañana de ayer, finalmente fueron 15 personas las que se registraron en la modalidad de adultos y 14 pequeños, en la categoría de infantil. Del grupo de los mayores se alzaron con el primer premio compartido Paula Vila y Francisco Javier Muriel. No hubo segundo puesto, pero sí tercero que ocupó Patricia Mateo. Los galardones de infantiles recayeron en Roberto Mateo, Juan Ruiz y Luis Manuel Morilla, por ese orden. Se encargaron de entregarlos el alcalde, José Loaiza, y la delegada de Fiestas, Cristina Arjona, que disfrutaron durante un rato del buen ambiente que se vivía en el recinto ferial a horas muy tempranas para lo habitual en la Feria isleña.

El fin de fiesta de la jornada para la Asociación Hípica La Isla culminó en el parque del Cerro, donde tradicionalmente la entidad invita a los participantes en la Feria a un café de despedida. Su presidente, Manuel Rodríguez, se mostraba satisfecho por el discurrir de la Feria y por la participación que los caballistas han tenido en ella un año más, con la presencia incluso de jinetes de otras localidades.

Para la tarde noche quedaba el encuentro y la cena con el mayor en la caseta municipal, que cerraría su actividad con la actuación de la orquesta que cada noche ha animado a los presentes en esta carpa. El espectáculo pirotécnico y musical estaba previsto que pusiera el broche final de la Feria del Carmen en torno a la medianoche.