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Los lectores de El País han elegido los 10 pueblos más bonitos de Andalucía y tres son de Cádiz

De Frigiliana, en la Axarquía malagueña, a Zuheros, en el parque natural de las Sierras Subbéticas, una ruta entre deslumbrantes pueblos blancos, ondulantes dehesas y verdes lomas



1. Frigiliana (Málaga)
A partir de una selección inicial de 250 localidades de menos de 10.000 habitantes de toda España, los lectores de EL PAÍS eligieron el pasado otoño sus pueblos favoritos. Y entre ellos, Frigiliana, en la Axarquía malagueña, fue la más votada entre las localidades andaluzas. Ubicada junto al parque natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama, hacia el que parten diversas rutas desde sus encaladas calles –como la de los Cahorros del río Higuerón–, en Frigiliana hay que deambular sin prisa por el ‘Barribarto’ (barrio alto), un entramado de cuestas, escaleras y callejuelas de fachadas blancas y macetas con flores de colores. Declarado Conjunto Histórico Artístico, es uno de los centros históricos de origen árabe mejor conservados en España. Más información: turismofrigiliana.es

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2. Grazalema (Cádiz)
Integrado en la ruta de los pueblos blancos del norte de Cádiz, cualquier perspectiva de Grazalema desde lo alto resulta deslumbrante: una armoniosa mezcla de fachadas encaladas, enrejados negros y tejados de arcilla roja rodeada de riscos calizos y verdes lomas. La alta pluviosidad en esta parte de la sierra explica que todavía perduren en el parque natural de Grazalema densos bosques de pinsapares milenarios –los únicos que se conservan junto a los de la Sierra de las Nieves–, que se pueden visitar de forma regulada en diversas épocas del año (conviene informarse previamente a través de la oficina del parque). Más información: grazalema.es

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3. Cazorla (Jaén)
Abrigado por el Peñón de los Halcones, a sus espaldas, Cazorla ha sido el tercer pueblo andaluz más votado por los lectores de EL PAÍS. El Castillo de la Yedra, levantado en lo alto durante la época andalusí frente a un mar de olivos, y las ruinas de la renacentista iglesia de Santa María, atribuida a Andrés de Vandelvira, son sus principales reclamos, pero sobre todo el parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que ofrece múltiples posibilidades para el senderismo, como el GR-247 ‘Bosques del Sur’, que lo recorre en círculo en 21 etapas a través de caminos señalizados. Más información: cazorla.es

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4. Pampaneira (Granada)
La arquitectura de este pueblo ubicado en la vertiente sur de Sierra Nevada conserva la esencia de su pasado bereber. Casas de piedra encaladas con sus característicos ‘terraos’ (tejados planos cubiertos de launa) apelotonadas en estrechas y sinuosas callejuelas dispuestas sobre la pendiente del barranco de Poqueira. Inicio de una ruta clásica por la Alpujarra de Granada, es recomendable detenerse y pasear por el barrio Bajo, que conserva sus tradicionales ‘tinaos’ (soportales de acceso a las viviendas), o contemplar las cimas del Veleta y el Mulhacén desde el barrio de los pastores, así como visitar los pueblos, valle arriba, de Bubión y Capileira. Más información: turismopampaneira.com

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5. Setenil de las Bodegas (Cádiz)
En la ruta de los pueblos blancos, y acomodado bajo un tajo de roca horadado por el río Guadalporcún en la punta noreste de la provincia de Cádiz, el entramado urbano casi imposible de Setenil de las Bodegas sigue siendo su principal reclamo: calles y casas de reluciente blanco encajadas bajo la llamativa y prominente visera pétrea. Sobre esta, dominando el entorno, se encuentra el castillo (del siglo XIV-XV), y al bajar, especialmente en verano, se impone otro alto obligado: las terrazas de las cuevas de la Sombra y del Sol, calles sombreadas gracias al abrigo rocoso junto al refrescante paseo fluvial. Más información: setenil.com

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6. Mojácar (Almería)
Hay dos Mojácar diferentes. El pueblo, enriscado, blanco y árabe, de entramado escalonado e irregular, aupado en las estribaciones de la almeriense Sierra de Cabrera, frente a la costa mediterránea, donde se explaya la otra Mojácar, de arena, mar y chiringuitos. Un paseo tranquilo entre callejones, arcos y pendientes puede acabar con una refrescante cerveza vespertina en el Mirador del Castillo, el punto más alto del pueblo, para celebrar el memorable atardecer. mojacar.es

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7. Zahara de la Sierra (Cádiz)
Zahara de la Sierra se acomoda, bajo la torre de su castillo, en una ladera de la sierra del Jaral, en la ruta de los pueblos blancos del noreste de Cádiz. Fortaleza musulmana en la frontera del reino nazarí hasta principios del siglo XV, fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1983 por su valiosa herencia cultural, sus monumentos (Torre del Homenaje, la iglesia de Santa María de la Mesa, Torre del Reloj) y su escalonado entramado urbano. Pero Zahara ofrece además la cercanía de valiosos escenarios naturales del parque natural de Grazalema. Por ejemplo, el Pinsapar y la Garganta Verde, declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Más información: zaharadelasierra.es

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8. Dos Torres (Córdoba)
Rodeado por dehesas de encinas en el ondulante paisaje de Los Pedroches, comarca al norte de Córdoba, Dos Torres nace como municipio en 1839 por la unión de Torremilano –una de las históricas Siete Villas de Los Pedroches– y Torrefranca, separadas en siglos precedentes por una muralla debido a conflictos de usurpación de tierras. Villa monumental en tierra ganadera (por aquí discurrían la Cañada Real de la Mesta y la Cañada Real Soriana), destacan los detalles artísticos sobre el granito de su arquitectura popular, como reflejan los dinteles labrados en algunas casas, los soportales de la plaza Mayor o la iglesia parroquial de la Asunción (en la foto), que mezcla estilos gótico, mudéjar andaluz, renacentista y barroco. Más información: dostorres.es

TURISMO Y DEPORTE DE ANDALUCÍA



9. Capileira (Granada)
Chimeneas con sombrero coronan los tejados planos de Capileira, el más alto de los tres pueblos del barranco de Poqueira y símbolo arquitectónico del último reducto de población musulmana en la Alpujarra granadina tras la orden de expulsión de los Reyes Católicos en 1492. Una agradable forma de recorrer sus tres barrios de casas blancas es seguir la Ruta del Agua, itinerario que recorre el enrevesado laberinto de callejones y pasadizos del pueblo conectando sus 12 fuentes públicas, por las que fluye el agua procedente de los neveros de Sierra Nevada. Y para los más andarines, desde aquí sale una de las rutas que suben al pico Mulhacen (3.479 metros), el más alto de la Península, en una ruta exigente de dos días (pernoctando en el refugio de Poqueira) de unos 30 kilómetros de recorrido y 2.350 de desnivel. Más información: capileira.es

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10. Zuheros (Córdoba)
Para los que se consideran sus fundadores, los soldados Banu Himsi, Zuheros era ‘Sujaira’, la roca inexpugnable, que define la estampa de su castillo del siglo IX, fundido con la piedra sobre un prominente risco. Y si hermosa es la estampa del pueblo, un apelmazado conjunto de casas encaladas sobre un verde mar de olivos, deslumbra todavía más el entorno que rodea la localidad, en pleno corazón del parque natural de las Sierras Subbéticas. No solo pasa por aquí la escenográfica Vía Verde del Aceite, sino que queda también a un paso la espectacular Cueva de los Murciélagos, ejemplo gráfico del paisaje kárstico que envuelve al pueblo, cuajado, barrancos, desplomes y agujeros, disfrute puro para senderistas y escaladores. Más información: zuheros.es

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