NOTICIAS

Cibercrucero para turistas 2.1

Uno no puede quedar indiferente después de atravesar la escalinata de entrada al Anthem of the Seas. Este buque, botado hace poco más de un mes, no es uno más de la extensa y gigantesca flota de la norteamericana Royal Caribbean.

El Anthem of the Seas rompe con todo lo conocido hasta ahora. Y más allá, se acaba con la figura mítica del camarero caribeño que le planta sobre la barra del bar una cahipirinha. El barman que puso de moda la serie Vacaciones en el mar se va al paro. Le sustituyen dos brazos robotizados en un "bar biónico" que le sirven su combinado bajo petición del ocioso usuario desde una futurista mesa provista de una futurista tablet.

Pero si a eso se le suma un simulador de salto en paracaídas a siete metros de altura que permite al viajero vivir la emoción, ni más ni menos, de volar. Y más, un brazo articulado con una cabina capaz de elevar a los pasajeros a 90 metros de altura les ofrece la posibilidad de hacer fotos tanto en alta mar como en algunos de los puertos que visita en sus rutas.

Ayer le tocó la vez a Cádiz. Salió de Southampton, su puerto base, navegando hasta Gibraltar, Barcelona, Villefranche, Civitavecchia, la Spezia, Marsella, Málaga y, por fin, Cádiz en una primera escala que no será la última de este año. En ocasiones, grandes buques visitan Cádiz en una primera escala de las que llaman de posicionamiento pero atracan aquí sólo de paso. El Anthem of the Seas nos será fiel y a esta primera visita se le sumarán otras varias a lo largo de este 2015. Vendrá de nuevo el 30 de junio y, más adelante, el 15 de julio, 28 de julio, 12 de agosto, 25 de agosto y 11 de septiembre, fecha en la que pondrá fin a su enlace con Cádiz, al menos hasta el año que viene.

Es el segundo buque de cruceros más grande del mundo, pero a Cádiz le sobran ya esos titulares. Junto a nuestros cantiles hemos tenido ya a gigantes como el IndependenceoftheSeas, también de la Royal, como no podía ser de otra manera. Este hecho le hizo a Luis Domínguez, el práctico mayor del puerto de Cádiz, restarle importancia al atraque gaditano del Anthem. "Llevamos a nuestras espaldas más de una veintena de atraques con el IndependenceoftheSeas, de dimensiones similares". "El AnthemoftheSeas, a pesar de su tamaño, es muy manejable", comenta Luis Domínguez. Pero es entendible después de que los prácticos gaditanos han bregado estos días con el AllureoftheSeas, el más grande y pesado de los cruceros del mundo, a su entrada y salida de la factoría gaditana de reparaciones de Navantia.

Es por ello que a Cádiz ya no le asustan los grandes. Tiene espacio y calado más que suficiente como para prestarse a dar cobijo a los más grandes de los grandes.

Pero ayer el AnthemoftheSeas llenaba, junto al francés Horizon el puerto de Cádiz. Fueron en total 4.739 turistas de distintas nacionalidades los que llegaron a la ciudad a bordo de estos dos cruceros.

El Horizon, que consignado por Baleares, llegó a Cádiz, a su Muelle Ciudad, a las siete de mañana. A bordo, un media entrada, ya que si su capacidad es de 1.828 pasajeros, ayer tan sólo portaba a 964, entre ellos, 871 franceses.

De los pasajeros de Horizon, tan solo 97 se cruzaron el puente o la autovía de San Fernando. El resto se quedó a conocer, sobre todo, el casco antiguo en alguna de las excursiones que brinda BC Tours o bien por libre. Los que marcharon, cogieron cuatro autobuses, también de BC Tours con los que visitaron Jerez, Vejer y Conil.

De los turistas que llegaron en el buque de alta tecnología AnthemoftheSeas, que quedó atracado al Muelle Alfonso XIII, junto al edificio principal de la terminal de cruceristas regentada por Cádiz Cruise Terminal, casi todos optaron por darse una vueltecita por Cádiz centro. El resto, se subieron a 25 buses turísticos para conocer Sevilla, Jerez, Sanlúcar y Conil.

En el AnthemoftheSeas, según datos facilitados por Fernando García González Betes, director de Turismo del Ayuntamiento de Cádiz, transportaba a un pasaje compuesto, sobre todo por británicos, aunque es digno de destacar un grupo de unos doscientas personas de origen asiático.

Pero ayer el protagonista fue el gigante de la Royal Caribbean, en el que el que se aburre es porque quiere: pista de coches de choque, salas de uso exclusivo para jugadores adictos a la Xbox, bolos, pista de patinaje, tres piscinas a cual más pintoresca... Y Royal Caribbean no sólo piensa en los más pequeños. Mucha música en directo, la obra musical The Gift, comida y bebida a cualquier hora de las 24 que tiene el día... y el goce de un cuidadoso servicio casi personalizado.

El barco cuenta con 16 cubiertas, un registro bruto de 167.800 toneladas, capacidad para transportar a bordo a 4.180 pasajeros en ocupación doble y 2.090 camarotes.

El Anthem of the Seas, perteneciente a la nueva Clase Quantum, y considerado como el barco del futuro, es además el segundo barco de cruceros más grande del mundo. El buque posee los camarotes más grandes y modernos de toda la historia de Royal Caribbean que incluyen los primeros balcones virtuales de la industria. ¿Balcones virtuales? Son un buen número de camarotes interiores provistos de pantallas casi de suelo a techo y de pared a pared donde se puede disfrutar una transmisión en directo de las vistas y sonidos que se pueden tener desde un camarote con balcón real. Para conseguir el máximo realismo , la empresa que ha desarrollado este proyecto instaló varias cámaras de vídeo a ambos lados del barco. Luego la imagen y el sonido ambiente son llevados a las pantallas por medio de fibra óptica para obtener el máximo realismo se ha consultado con científicos del MIT y de Harvard.

El capitán comandante del AnthemoftheSeas, Claus Anderse, ya lo dijo al darle la bienvenida a bordo a este Diario: "Muchos pasajeros, tras 16 días de ruta, bajan del barco sin haberlo podido conocerlo en su totalidad". Así que mejor será repetir.