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La Casa de las Cuatro Torres acogerá un hotel

La decrepìtud de uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Cádiz, como es el de la Casa de las Cuatro Torres, está a punto de quedar en el olvido. Después de años de abandono de las dos fincas cuyo frontal da a la plaza Argüelles, al menos una de ellas tiene un futuro prometedor por delante.

Hace ya varios meses que se comenzó a rehabilitar el inmueble que ocupa el número 3 de Argüelles. En un principio estaba previsto que el edificio siguiera acogiendo viviendas, pero ha habido un inesperado cambio de planes y finalmente el espacio va a coger un establecimiento hotelero.

Según ha podido saber LA VOZ, hace escasas fechas la Junta de Gobierno Local aprobó la licencia de obra para vivienda y se está a la espera de que se tramite el cambio a licencia de establecimiento turístico. Lo cierto es que el proyecto está bastante avanzado. Fuentes de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía confirman que ya manejan la información previa necesaria para empezar a tramitar los permisos necesarios para la instalación en esta finca de las Cuatro Torres de un establecimiento que tendrá categoría dos estrellas.

La idea que está desarrollando el grupo hotelero que va a explotar el inmueble es combinar en el espacio disponible un hotel tradicional, con 12 habitaciones y un total de 29 plazas, y ocho apartamentos turísticos con 18 plazas más 18 convertibles.

Se trata por tanto de una excelente noticia para el patrimonio gaditano, al darse un paso importante para la rehabilitación y puesta en valor de una de las joyas arquitectónicas de la ciudad. Eso sí, queda por resolverse el futuro de la finca colindante, que ocupa el número 4 de Argüelles y quedará como la única pieza del conjunto de cuatro casas que seguirá en estado de abandono. Desde hace meses la propiedad está intentando venderla, ante la imposibilidad de asumir su rehabilitación y su alarmante estado de deterioro, pero a día de hoy sigue sin recibirse ninguna oferta en firme por un inmueble en el que la actuación posterior se presume complicada, por las limitaciones urbanísticas derivadas de su máximo grado de protección patrimonial, y por el elevado precio que se pide por el mismo.

Según explican fuentes de la propiedad de este número 4 de Argüelles, en su momento llegó una oferta de los promotores del futuro hotel para sumar el edificio a su apuesta turística, pero no hubo acuerdo económico y la operación quedó en nada.

No es la primera vez que alguien se interesa por el edificio de Argüelles 3 para asumir su rehabilitación y darle uso, bien como vivienda o como establecimiento hotelero. No obstante, los intentos anteriores resultaron fallidos por problemas entre los herederos de la finca en unos casos, por la presencia de un último inquilino en la torre mirador que se negaba a abandonar su casa en otros, y, por último, por la crisis económica y del sector de al construcción en particular. Hace algunos meses incluso trascendió que una gran cadena hotelera había visitado este edificio, a la vez que otros inmuebles nobles de la ciudad, sondeando la opción de instalar un establecimiento turístico tipo hostel en la capital gaditana.

Hay que recordar que el conjunto de las Cuatro Torres está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) con el máximo grado de protección. Esto provoca que haya que medir al milímetro cada actuación en la rehabilitación que se está llevando a cabo y que cuenta con un amplio periodo de ejecución (18 meses) precisamente por la complejidad de los trabajos a realizar. Además de la restauración de la fachada y de los elementos interiores, con la necesidad de hacer una redistribución respetuosa de los espacios, una de las actuaciones que la Comisión Municipal de Patrimonio exige a la propiedad es la eliminación de los tendidos eléctricos y telefónicos de la fachada.

Un nuevo modelo turístico
La próxima apertura de este establecimiento viene a confirmar la tendencia que se está dando en la ciudad en los últimos tiempos en cuanto al modelo turístico que se está desarrollando. La apuesta actualmente pasa por los alojamientos de pequeño tamaño, bien modestos hoteles con encanto, en casas palacio o fincas históricas, siempre en un entorno plagado de atractivos culturales; o apartamentos turísticos.

Según los datos que facilita el Ayuntamiento de Cádiz, en los últimos meses se han concedido licencias ya para los albergues turísticos que se van a ubicar en la calle Soledad (32 plazas), en la calle Hospital de Mujeres (55 plazas), en la calle Botica (40 plazas) y en la calle Soledad (32 plazas).

Además, en trámite se encuentran un albergue turístico en la calle Santiago Terry y apartamentos turísticos en la calle Obispo José María Rancés, en la calle San Nicolás, en la calle General Morla, en la calle Columela y en la calle Rafael de la Viesca. A todo esto hay que sumar la oferta mixta que supone el establecimiento de Argüelles.

En el caso de las Cuatro Torres, la apertura de un establecimiento hotelero viene a dar respuesta a un déficit evidente de ofertas de alojamiento turístico en un entorno privilegiado como es el de la plaza de España y la Alameda Apodaca. Esto tiene aún más importancia teniendo en cuenta la cercanía de este enclave con el Puerto de Cádiz. La pretensión de convertir a la ciudad en puerto base de cruceros hace necesario ampliar la oferta de camas en la ciudad, y la ubicación de la Casa de las Cuatro Torres se convierte en un gran aliciente para este tipo de viajeros que han de pernoctar en la ciudad antes de embarcar en sus viajes por el mar.

Hay, sin embargo, una obstrucción constante por parte del equipo de Gobierno al desarrollo de grandes proyectos destinados a la apertura de hoteles de lujo. Una vez descartado el del endificio de Valcárcel, se está redefiniendo el modelo de adjudicación del solar del Campo de las Balas donde también está prevista la construcción de un gran hotel, y a la vez se ha abierto un debate para tratar de forzar la marcha atrás de la Junta en su plan de derribar el actual edificio de la Residencia de Tiempo Libre y construir en su lugar un hotel de grandes dimensiones en la que es sin duda la milla de oro del turismo de playa gaditano.

De momento no hay fecha prevista para la apertura de este establecimiento, pero según los plazos de ejecución de las obras de rehabilitación, parece que habrá que esperar, al menos, hasta bien entrado el año 2016.