Testigo de los diferentes pueblos que desde la Antigüedad han poblado el valle del Guadalquivir está asentado sobre el típico paisaje alomado de la campiña y rodeado de marismas. Pueblo de reconocido encanto por sus puestas de sol, allá en la margen izquierda del Guadalquivir, donde se confunde el horizonte brillante de la mar, las relucientes arenas de Doñana, al fondo y, como testigo mudo, entre tonos rojizos y candilazos de la luz solar, el Guadalquivir: "esa cinta plateada por en medio de la marisma".
El pueblo de Trebujena está situado en el límite noroccidental de la provincia de Cádiz, rodeada de viñedos y de ricas tierras de cultivo, que deben su fertilidad a la benefactora acción del río Gualdalquivir.
Sus habitantes se denominan trebujeneros.
Superficie:
Superficie: 70 km
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Distancia a la capital: 57 km.
Altitud: 82 m.
Historia:
Los datos fidedignos más remotos se fechan en 1050, cuando la villa participaba en el comercio de aceite con Oriente Próximo. Más tarde fue conquistada por romanos y árabes. A mediados del siglo XIII fue conquistado por San Fernando para la Cristiandad; de ahí en adelante se puede hablar con bastante concreción del devenir histórico de Trebujena. Con la repoblación llegó la Carta Puebla para Trebujena en tiempos de Alonso Pérez de Guzmán. El señorío se mantendría, como en tantas otras poblaciones reconquistadas, hasta el siglo XIX.
Actualmente Trebujena es productora de vinos que se comercializan en las ciudades de Jerez y Sanlúcar de Barrameda. En cuanto al nombre de la localidad y sus orígenes, hay versiones para todos los gustos dependiendo de los historiadores o estudiosos que las propongan; así, se baraja la opción de Trebiclanae romana, es decir, las tierras de un tal Trebicius -alfarero de Asta Regia- como la más fiable.
De ahí sobrevendría la variante árabe Tarbissona, y también Tabacana o Tarbuxena. El árabe El Idrisi la recoge como portus Tarbissana.
En todo caso, Trebujena ha sido desde siempre un enclave algo apartado de las rutas de navegación habituales, fuera de los caminos de paso más frecuentados en las comunicaciones y el comercio; de ello se deduce una reducida representación monumental, sin perjuicio de su calidad y su valor.
Naturaleza:
En esta localidad se pueden apreciar por un lado las típicas lomas o colinas que la atraviesan y por otro los terrenos de marismas junto al Guadalquivir, que alcanzan una extensión considerable en el término municipal. Este río separa al noroeste de la provincia de Cádiz de las provincias de Sevilla y Huelva.
Enclavada en las marismas hay una extensión denominada Codo de la Esparraguera que está catalogada como zona del Entorno del Parque Natural de Doñana. Son muchas las aves acuáticas que nidifican en primavera al ser una zona húmeda por la inundación del terreno con las crecidas del Guadalquivir.
- Parque Municipal La Toya. Se encuentra un lugar de esparcimiento de gran belleza y con una gran variedad de flora autóctona.
Ferias y Fiestas:
- Carnaval: en febrero. Data desde principios de éste siglo. Las “Murgas”, comparsas, y chirigotas recorren la localidad. Se celebra el concurso de Agrupaciones “Bruja Piti” y las fiestas culminan con la Bruja Piti ardiendo en la Plaza del Ayuntamiento.
- Velada de San Juan: el 23 de junio.
- Feria y Fiestas Patronales de Ntra. Sra. de Palomares: en agosto, entre el 12 y el 16. Destaca el Concurso del Racimo y la salida procesional de la Patrona Nuestra Señora de Palomares.
- Fiesta Concurso de Cocina y Mostos: primer o segundo Domingo de diciembre. Día de Convivencia y Fiesta alrededor de nuestros mostos y nuestro plato típico "Garbanzos como conejo".
Turismo y ocio:
Se pueden practicar actividades diversas tales como el ciclismo o el senderismo nocturno, conocido con el nombre de La Borricada, el cual ha levantado gran expectación por su originalidad. Consta de un recorrido de veintiún kilómetros que separa estos dos barrios sanluqueños de nuestra vecina Trebujena.
Gastronomía:
En cuanto a productos típicos que se puedan degustar en Trebujena tenemos tres pilares fundamentales extraídos de sus dos fuentes de riquezas naturales, la viña y el río, y que son el mosto, los camarones y las angulas. De entre sus platos típicos Destacan las tortillitas de camarones, las angulas, los “garbanzos como conejo”, el ajo caliente, el potaje con cardillos. Y como postres las “uvas palominos”.
Artesanía:
Destaca la elaboración de cestas, capachos, abanicos etc. Realizados con palma y la fabricación de marcos artesanales de caoba.