Es una playa abierta a los últimos pasos del río Guadalquivir. Cuenta con una amplia franja de arena fina y dorada, respaldada tierra adentro por un paseo marítimo colmado de bares y restaurantes. Ésta es una de las zonas más frecuentadas de toda la ciudad, puesto que su sabor tradicional y la calidad de sus servicios atrae en cualquier época del año a multitud de visitantes. Paseando por este animado lugar se contempla la enigmática fachada que muestra Doñana desde la orilla opuesta al río.
Además de la amplia oferta hostelera, dispone de duchas, puesto de vigilancia y salvamento de la Cruz Roja, alquiler de hamacas y equipos de windsurf y vela.
Otros servicios: bibioplaya, guardería infantil, servicio de transporte para cruzar el río, vigilancia marítima a través de Protección Civil y Cruz Roja...