Es la primera cala de una sucesión de tres calas de similares características. Hay varias maneras de llegar, pero la más cómoda es dejando el coche en la urbanización de Getares B y acceder caminando a cada una de ellas. Esta es la cala más cercana. El camino es precioso, y ameno, nada cansado, en medio de montañas con mucha vegetación, incluso por el camino se puede encontrar vacas pastando. La cala es de piedras y cantos rodados. Este es un lugar en el que reina la tranquilidad, perfecto para aquellos que buscan huir de la ciudad.