Aparece de nuevo una playa amplia y arenosa, después de varios kilómetros de litoral agreste. Supera con creces el kilómetro de longitud y cuenta además con una anchura media bastante considerable, sobre todo en la parte central. La superficie es de arena fina y dorada y, gana amplitud junto a la desembocadura del río Pícaro, especialmente en la orilla izquierda. El fondo también es arenoso, salvo en los extremos, donde se observan unas plataformas rocosas de superficie plana que sobresalen unos centímetros por encima del nivel del mar.
El acceso es muy sencillo, ya sea desde la ciudad de Algeciras o desde la carretera N-340 viniendo de Tarifa. Cuenta con una amplia área destinada al estacionamiento de vehículos; al final hay una parada de la línea de autobús que enlaza con Algeciras.
Dispone de un puesto de vigilancia y salvamento, accesos habilitados para minusválidos, señalización del estado del mar mediante banderas y servicio de limpieza y mantenimiento. Además, tiene vestuarios con duchas, teléfonos públicos y alquiler de hamacas y parasoles. Cuenta con una zona de juegos para niños. Hay dos chiringuitos de temporada y hasta seis restaurantes, la mayoría concentrados en la zona del paseo marítimo. Es un lugar tranquilo, protegido y muy cómodo, tres condiciones que la convierten en una playa muy agradable par el baño. De hecho, es una de las más concurridas de esta zona.