Junto con la playa de Getares ésta es la más frecuentada de Algeciras. Es un lugar densamente ocupado en el interior, salvo en la zona más próxima a la desembocadura del río Palmones. Está bien comunicada con el núcleo urbano, ya sea por la carretera que viene del puerto o por la autovía que sale de la ciudad en dirección a Málaga. Tiene una amplia zona de aparcamiento junto a las paradas de taxi y autobús. También se ha abierto un camino para peatones desde la ciudad, que pasa junto al cementerio y la zona deportiva. Es una buena medida para evitar el gran nudo de carreteras que se ha construido como salida de la urbe.
Es una playa muy larga, de 4 Kms. aproximadamente, con una anchura media de 30 m.
Cuenta con puesto de vigilancia y salvamento, señalización del estado del mar mediante banderas y servicio de mantenimiento y limpieza. Asimismo, dispone de duchas, teléfonos públicos, accesos habilitados para minusválidos, alquiler de hamacas, sombrillas e hidropedales, y un camping en primera línea del mar. La oferta de bares con terraza es buena; la mayoría, sin embargo, sólo abre en verano. También dispone de una zona de juego para los niños.
Resulta un paraje agradable, a pesar de ser muy frecuentado, con una extensa superficie de arena fina y dorada. El paisaje se compone de fuertes contrastes: de frente está totalmente abierto a la bahía, con la hermosa silueta del peñón de Gibraltar al fondo; hacia el noroeste aparece la zona de vegetación que acompaña los últimos metros del río Palmones, mientras que en dirección opuesta están las enormes instalaciones del puerto comercial. No hay que olvidar, por último, la existencia de unos hornos romanos del siglo I, que han sido declarados monumento histórico artístico.