Esta extensa playa abarca desde el dique de levante de la Puntilla hasta los alrededores del caño del Bote. En la parte interior se levantan los numerosos bloques de apartamentos que constituyen la urbanización del mismo nombre, que goza de hermosas vistas a la capital.
Es una playa de arena fina y dorada, de oleaje moderado y que a menudo recibe la influencia de los vientos, circunstancia que es aprovechada por los aficionados al windsurf.
Es una playa que goza de gran cantidad de servicios. La vigilancia la realiza Protección Civil y se avisa del estado de la mar mediante banderas.
Los accesos a la playa en vehículo privado son fáciles y dispone de zona de aparcamiento vigilada; también es posible llegar hasta la playa en autobús. Las duchas tienen vestuarios y servicio de mantenimiento. Se pueden alquilar hidropedales y tablas de windsurf, además de hamacas y parasoles.
En los alrededores se puede alquilar alojamiento en primera línea de mar o acampar en el camping que hay en la urbanización. A la hora de comer se puede ir a la zona de picnic, visitar alguno de los 20 restaurantes de los alrededores o escoger uno de los siete chiringuitos que abren todo al año.
El paseo marítimo, recientemente remodelado, ha generado algunas quejas por la reducción de accesos; éstos están adaptados para minusválidos.