Enclavados en las orillas del Rio Hozgarganta, dentro del término municipal de Jimena de la Frontera e insertos en el Parque Natural Los Alcornocales podemos ver la presencia de edificios que, en su día, desempeñaron la ardua función de la molienda del cereal: los molinos harineros.
Aprovechando la fuerza motriz de los ríos, durante los siglos XVII y XVIII, los molinos harineros proliferaron en numerosas riberas de nuestra región, allí donde podían lograrse saltos de agua y de fácil acceso para los agricultores o comerciantes que llevaban a ellos su grano. Recogían la harina que les correspondía, una vez deducida la maquila, el pago en especie al molinero.
Éstos cayeron en desuso por la competencia de las modernas industrias motorizadas y eléctricas.
En Jimena de la Frontera tenemos constancia de algunos como el molino Rodete, La Peña, Gaitán, Esquivel, San Francisco y el de Lucas, algunos en buen estado de conservación y otros en ruinas, pero a pesar de ello, no podemos olvidar la labor tan importante que desarrollaron en esta localidad.
Fuente: Turismo Jimena