Que una pequeña e interesante productora como “Blumhouse”, capaz de revolucionar el género de terror con joyas como “Déjame salir”, nos brinde este producto…
Este film es la pereza hecha cine, la búsqueda fácil del dólar tras escarbar en los tópicos del género desde hace décadas. Aquí nada resulta fresco e imaginativo, digno de enganchar a un espectador mínimamente inteligente y con cierta cultura cinematográfica.
Y lo peor de todo reside en que la sensación de terror brilla por su ausencia, un film de género que no asusta y que busca la complicidad del jovencito de turno fácilmente impresionable.
“Verdad o reto” podría haber optado por un humor insano y provocador o por la senda de la actualización de aquella revolución que supuso “Saw”, pero le falta sagacidad y mala baba.
Que el reparto esté repleto de actores limitados y planos siempre ha sido, desgraciadamente, una máxima en el género pero lo que no se le puede perdonar es su notoria incapacidad para crear emociones en el espectador.
Ya lo dije en cierta ocasión y el tiempo me sigue dando la razón. Saturar el mercado de subproductos como el que nos ocupa, tan baratos que por fuerza son rentables, manufacturados como churros y sin la menor intención de perdurar en la memoria del espectador está acabando con el género. Y que precisamente la “Blumhouse” sea cómplice con este desaguisado…
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Crítica por Andrés Martín
