El universo “Star Wars” se amplía de manera frenética por parte de Disney, pero sin olvidar mantener la calidad del valioso producto que tiene entre manos. En pleno desarrollo de la tercera trilogía se estrena “Rogue One” como hilo conductor de la saga y la verdad es que la decisión de hacerla no ha podido ser más afortunada.
El gran logro de esta nueva entrega es apostar por una historia bien elaborada, rica en guiños y detalles para los fans de la saga, que sin embargo sabe construir su propio universo paralelo. No necesitamos revisar personajes del pasado –que aquí están infrautilizados- para quedar enganchados por una pléyade de nuevos miembros que se ajustan como un guante al espíritu de la saga.
Estupendos actores como Felicity Jones, Diego Luna, Mads Mikkelsen, Donnie Yen o Forest Whitaker engrandecen el film, aportando credibilidad y encanto en mitad de un espectáculo de primer nivel, que lo es y mucho…
Y es que “Rogue One” aporta toda la espectacularidad demandada en este tipo de films, permitiendo revivir el impacto de la primera entrega pero con la aportación de los avances técnicos actuales. Todo se nos muestra épico y glorioso en su concepto y desarrollo tal y como mandan los cánones.
Este episodio aislado de una saga fundamental para entender el cine moderno es mucho más que la búsqueda de un “blockbuster” en taquilla porque propone un vigoroso, emotivo y entrañable viaje que al espectador le será difícil de olvidar…
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Crítica por Andrés Martín
