Hay que reconocer, y nunca olvidar, que la primera entrega de esta saga fue toda una revolución en el género de aventuras para toda la familia, un maravilloso divertimento que nos descubrió a uno de los personajes más carismáticos del cine moderno: Jack Sparrow. Pero los años van pasando y esta saga no da para más.
Y con esto no quiero decir que esta última entrega sea un despropósito, nada más lejos de la realidad, sino que tan importante serie de películas no merece que se termine por destrozar del todo su sano espíritu de entretener.
“La venganza de Salazar” –prefiero el subtítulo original que recuerda que “los muertos no cuentan cuentos”- es un producto que rebosa cansancio, muy entretenido a ráfagas y que muere de intrascendencia. Nada parece espontáneo y todo parece ajustarse a un mero plan de marketing de la Disney.
El reparto intenta transmitir la pasión de antaño por la saga, pero dejan un halo de frialdad. Las nuevas incorporaciones de jóvenes personajes lastran el producto por su excesivo e innecesario protagonismo, ya que la elección de los dos actores ha resultado desafortunada.
Como era de esperar la aportación de Javier Bardem ennoblece el tono decadente del film, sin olvidar que Johnny Depp sigue ofreciendo buenos momentos al espectador, pero sin la chispa de antaño.
Con esta quinta entrega todo parece encajar y el círculo se cierra de manera algo decepcionante pero con dignidad. Pienso que esta serie no debería tocarse más… hasta que me quedé hasta el final de los créditos –sana costumbre- y descubrí el indecente poder del dólar.
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Crítica por Andrés Martín
