El Fuerte de San García, datado en el año 1730, constituye un valioso ejemplo de la arquitectura defensiva del siglo XVIII y tiene como característica principal la originalidad frente a los estándares de la época. El litoral del Campo de Gibraltar cuenta con una extensa cadena de baterías de artillería costera, construidas a lo largo del siglo XVIII en un proceso histórico con un principio y fin perfectamente definidos.
El panorama de la defensa costera de ese territorio era, en plena Edad Moderna, tan desolador como el de buena parte de la costa hispana. La atención de la monarquía siempre iba por detrás de las necesidades, al mismo tiempo de que los ataques de turcos, berberiscos primero, e ingleses, holandeses y franceses posteriormente, generaban inseguridad en las aguas del Estrecho.
La presencia del constante peligro que ocasionaba la base de Gibraltar, provocó la proliferación de construcciones defensivas en la bahía de Algeciras. Asimismo, aquel complejo fortificado de mampostería y sillares de la costa campogibraltareña tuvo su paralelo en el siglo XX en forma de búnkers de hormigón. Coincidiendo con la II Guerra Mundial se llevó a cabo el proyecto de artillado e iluminación del Estrecho de Gibraltar, iniciado en 1939. En este contexto, el territorio se llenó de posiciones artilleras blindadas, nidos de guerra, pozos de tirador y búnkers de mando para afrontar un hipotético ataque aliado desde la colonia británica.
Fuente: Ayuntamiento de Algeciras