La Marisquería Baro fue uno de los primeros locales que abrieron sus puertas en la zona tras la lograda remodelación del paseo marítimo llevada a cabo por el equipo del alcalde Carlos Díaz. Allá por 1981 la familia Baro, un clásico en el negocio del marisco de la ciudad, decidía apostar por un local en los bajos de la Residencia del Tiempo Libre, cuya principal ventaja era una amplia terraza exterior con vistas más que atractivas sobre la playa de la Victoria. Bar marisquería con cocedero y freiduría.