Como si se tratara de un viaje de Julio Verne, en el centro de Jerez está el Palacio del Tiempo, un paseo entre relojes, piedras preciosas, efectos especiales y un maestro relojero que sorprende a todos con su aspecto de sabio del XVIII.
El Palacio del Tiempo está en un antiguo palacete del centro La Atalaya y es una colección de más de 300 relojes en funcionamiento, cristales de bohemia y de baccarat, maderas nobles, nácar y marfil en un ambiente de fantasía donde es posible disfrutar de algunas de las campanadas más famosas del mundo, como las del Big Ben.
Máquinas para medir el tiempo procedentes de Francia, Inglaterra, Italia, Suiza, Austria y Alemania entre las que destacan ejemplares curiosos como un reloj de sol en forma de cañón, un barco que se mece y mide el tiempo o un payaso que juega con cubiletes.