Es uno de los paseos importantes de la ciudad. Actualmente se conoce así un paseo que en origen fueron dos el paseo del Conde O’Reilly, nombre que tenía el tramo desde su actual entrada hasta la confluencia con la Ribera del Marisco y la Plaza de la Herrería. A partir de aquí comenzaba otro paseo, el de Don Severiano Ruiz Calderón –el nombre del alcalde durante cuyo mandato se trazó- y que llegaba hasta el puente de San Alejandro y el varadero, -en la actualidad sólo existen los arranques de piedra del antiguo puente-. La fisonomía de este parque ha ido cambiando, con el paso del tiempo, desde su creación. Recientemente ha vuelto a ser reformado, pero jamás ha perdido su aspecto de magnífico paseo de palmeras a lo largo del río, una vista magnífica para todos los que entran a nuestra ciudad desde Cádiz, que se desdobla en los reflejos de las aguas del Guadalete.