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La meca de los deportes náuticos

La provincia de Cádiz se ha convertido, por derecho propio, en una de las 'mecas' de deportes como el surf y el kitesurf. De la primera actividad ya se tenía constancia desde hace más de 500 años en las islas de Polinesia, al tiempo que la segunda práctica deportiva, de la que ya se tenían algunos conocimientos desde hace muchísimos años en países como China e Indonesia, cabe señalar que comenzó a extender sus redes allá por 1977, fecha en la que Gijsbertus Adrianus Panhuise patentó un peculiar sistema de navegación sobre una tabla de surf y se convirtió en el padre de esta modalidad.

A partir de ese momento, este deporte de deslizamiento consistente en la utilización de una cometa de tracción que estira a un deportista sujeto a través de diversas cuerdas y posicionando una tabla de surf sobre el agua, comenzó a ganar adeptos. Sin lugar a dudas, una oferta realmente sugerente para todos aquellos amantes de esos deportes en los que la adrenalina juega un factor decisivo.

A fin de cuentas, otro aliciente más para atraer a un turismo ávido de experimentar nuevas y apasionantes experiencias. Y ahí, la provincia de Cádiz no podía faltar. Como muestra un botón: Gisela Pulido, claro referente del kitesurf mundial a sus 17 años, no dudó en abandonar su Cataluña natal para aterrizar en Tarifa, uno de los puntos neurálgicos para practicar esta modalidad. La decisión, y el tiempo lo ha demostrado, no ha sido errónea.
Buena prueba de ello es la presencia de numerosas escuelas destinadas a la práctica de surf y kitesurf en esta zona del sur de España. Ahora bien, son más puntos de la geografía gaditana los que apuestan a conciencia por este tipo de actividades. Como ejemplo, la isleña Escuela de Camposoto.
Inaugurada a principios del presente mes de julio, esta escuela inicia su andadura con notoria ilusión. «Estamos ante un sueño que poco a poco va adquiriendo forma», señala Antonio Conesa, uno de los fundadores de la entidad.

«En zonas tan cercanas como El Palmar o Chiclana de la Frontera ya existían este tipo de escuelas, pero nuestra idea era dotar a San Fernando de una estructura similar. Y es que en La Isla contamos con buenas infraestructuras que tenemos que aprovechar. Es una manera de plantear nuevos destinos dentro de la zona a todos aquellos isleños y turistas que se encuentran por aquí», valoró Antonio Conesa, que no dudó en puntualizar: «No podemos ignorar la naturaleza y dar la espalda al mar. Tanto en verano como en invierno tenemos que apostar fuerte por todo esto, ya que contamos con una playa como Camposoto, ideal para este tipo de ejercicios».

Aliciente novedoso

Y así es. Recóndita y semidesconocida, la isleña playa de Camposoto dispone de unas magníficas condiciones para la puesta en práctica de actividades como el surf o el kitesur a lo largo y ancho de todo el año. «Es un lugar idóneo. Es un paraíso de nuestra provincia que está por disfrutar. De hecho, aquí las olas son constantes en cualquier época del año y ahí reside una de las claves de este deporte», asegura Conesa.

Hasta el momento, la aceptación está siendo bastante positiva. «Es cierto que muchos foráneos nos preguntan por la escuela de surf. Ellos y los propios habitantes de la zona lo ven como una novedad y no dudan a la hora de unirse a nuestro proyecto. Esto es muy positivo para ellos, ya que amplían su abanico de posibilidades, y para nosotros, pues el turismo sale beneficiado con todo ello», destaca el creador de esta escuela, que, al mismo tiempo, afirma: «Es una alternativa más para evitar que los más jóvenes , que cuentan con un papel importante entre nosotros, se alejen de los peligros de la calle. Con esta iniciativa, deportes como el fútbol, el baloncesto o el tenis no son las únicas salida deportivas en la zona para llevar a cabo una vida saludable».