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De Cádiz al Mediterráneo: una escapada diferente en ferry de Barcelona a Menorca

Si estás planeando tus próximas vacaciones y ya conoces de sobra las playas de la provincia de Cádiz (sabemos que es difícil cansarse, pero pasa), quizás este año te apetezca algo distinto. Una escapada más lejos, sin aviones, pero con mar, sol y calma asegurada.

Hay una ruta que cada vez más viajeros están redescubriendo: tomar un barco Barcelona - Menorca, cruzando el Mediterráneo a ritmo lento, con destino a una isla que parece hecha para desconectar. Ideal si buscas combinar naturaleza, gastronomía y ese toque insular que tanto enamora.

Menorca: un cambio de paisaje que no decepciona

Mientras Cádiz presume de su luz atlántica y pueblos blancos, Menorca ofrece algo diferente. Calles adoquinadas, calas escondidas, aguas que parecen Photoshop y un ritmo de vida que invita a parar.

No es una isla de fiesta, es una isla para caminar, nadar, comer bien y dormir mejor. Y llegar en ferry desde Barcelona le añade un plus de aventura sin complicaciones.

¿Cómo funciona el ferry?

Varios operadores gestionan la ruta Barcelona–Menorca durante todo el año, con más frecuencias en verano. Las dos principales compañías son Balearia y Trasmed, aunque también verás opciones de GNV (Grandi Navi Veloci) según la temporada.

Salidas: suelen programarse por la tarde o por la noche desde el puerto de Barcelona.
 Duración: entre 7 y 9 horas, dependiendo del barco.
 Destino: Ciutadella o Mahón, las dos ciudades principales de la isla.
 Precio: desde unos 35 € en butaca simple hasta 150 € si llevas camarote y coche. Como siempre, los precios suben en temporada alta y bajan si reservas con antelación.

Es una buena opción si estás haciendo un viaje largo por carretera desde Andalucía, o incluso si combinas varios destinos. Dejas el coche en Barcelona, cruzas en barco, y vuelves con la cabeza despejada y las piernas morenas.

Qué incluye el viaje

Aunque muchos viajeros aprovechan para dormir durante la travesía, el ferry tiene más que ofrecer:

• Restaurantes y cafeterías (con opciones veganas y sin gluten) 


• Tiendas duty free


• Áreas con asientos reclinables y camarotes privados


• Espacios para mascotas


• Wi-Fi a bordo (útil, aunque no siempre rápido)


• Zonas de relax con vistas al mar

La experiencia no es de lujo, pero es más cómoda de lo que esperas. Y si eliges un trayecto nocturno, puedes dormir durante casi todo el viaje y despertar ya en Menorca, con el día por delante.

¿Qué hacer en Menorca?

No es Cádiz, eso está claro. Pero Menorca tiene su propio carácter. Aquí van algunas ideas para cuando pongas pie en tierra:

• Cala Macarella y Macarelleta: dos joyas turquesas rodeadas de pinos 


• Camí de Cavalls: sendero que rodea toda la isla, ideal para caminar o ir en bici


• Mercados locales en Mahón o Ciutadella: quesos, embutidos, vino y pan moreno


• Binibeca Vell: un pueblo pesquero que parece sacado de una maqueta


• Puertos y calas sin cobertura: lugares donde no pasa nada, y eso es lo mejor

Y si vienes de Cádiz, verás el contraste. La arquitectura, la vegetación, incluso la forma de hablar. Es otra forma de entender el Mediterráneo

¿Conviene reservar antes?

Sí, especialmente en verano. Los ferries se llenan rápido, sobre todo si quieres llevar tu coche o reservar camarote. Además, los precios suben cuanto más se acerca la fecha.

Lo ideal es planearlo con un par de semanas de antelación, o incluso más si viajas en agosto. Puedes hacerlo todo online, comparar horarios y elegir el tipo de billete que mejor te encaje.

Y si te gusta improvisar... bueno, siempre puedes intentarlo en el último momento, pero no digas que no avisamos.

Un viaje diferente, sin dejar de ser tú

Desde Cádiz soñamos con el mar cada día. Pero a veces también apetece mirar hacia otro horizonte. Cruzar a Menorca en ferry desde Barcelona no es una locura — es una forma distinta de viajar, sin prisas, con otro ritmo.

Si este verano te apetece un plan fuera del mapa sin salir del país, ya sabes por dónde empezar. Sube a bordo, deja atrás la península, y deja que el mar haga el resto.