Almorávides y Almohades por la provincia de Cádiz
- Localidad: Provincia de Cádiz
- Fecha: 04/06/2013
- Fuente: Guía de Cádiz
La Ruta de los Almorávides y Almohades de la Fundación El Legado Andalusí (www.legadoandalusi.es), evoca la duradera y profunda relación entre la Península Ibérica y el Norte de África y la Historia de al-Andalus.
Discurre entre dos de sus polos esenciales: el de
Algeciras, con los restos de la Medina y Murallas, y Granada, las dos ciudades que mejor simbolizan la presencia almorávide en Andalucía. De Algeciras a
Tarifa, con su Castillo y sus Murallas y Puertas, en el extremo más meridional de Europa. Un primer tramo ataja hacia Ronda a través de la serranía, primero por
Castellar de la Frontera, con su Recinto Amurallado y su Alcázar. Más allá, la ruta serpentea hacia el norte camino de
Jimena de la Frontera, con su Castillo y su Recinto Amurallado, por valles fluviales y pendientes, y prosigue hasta Gaucín, ya en la Provincia de Málaga.
El ramal occidental contornea primero la cara oeste de la Sierra, con
Alcalá de los Gazules, con su Castillo y sus Murallas. Las campiñas y cerros llevan a
Medina Sidonia, con su Castillo, sus Murallas y sus Puertas. La ruta desciende hacia la costa, hasta
Cádiz. Numerosas fuentes árabes mencionaban la existencia de un ídolo, talismán o faro en las costas de la Isla de Cádiz, de origen legendario. El periplo conduce a
El Puerto de Santa María, marítimo y bodeguero, a orillas del Atlántico y en la desembocadura del Guadalete, con su Castillo de San Marcos. Largas hileras de viñedos sobre colinas dibujan el paisaje circundante de
Jerez de la Frontera, con su Alcázar y sus Murallas, famosa por los caballos, el flamenco y sus universales vinos, sinónimo del nombre de la ciudad y apreciados desde hace siglos más allá de las fronteras españolas.
Entre las ondulaciones de la Campiña, con la Sierra a su espalda, emerge sobre la peña
Arcos de la Frontera, con su Castillo y la Puerta de Matrera.
Grazalema, en la Sierra de su mismo nombre (un extraordinario ámbito natural y humano), es el techo de la ruta. La estampa de
Zahara de la Sierra, con su Castillo, impresiona. La ruta cambia de vertiente en el valle alto del Guadalete, cruza el cauce por el embalse de Zahara y toma la carretera para alcanzar
Algodonales, a los pies de la Sierra de Líjar. En la distancia se distingue sobre un cerro rocoso
Olvera, al fondo de campos de trigo y pagos de olivar, con su Castillo, su Barrio de la Villa y un centro cultural dedicado a “La Frontera y los Castillos”. El viaje toma rumbo al sur y se encamina, en su último tramo por suelo gaditano, hacia las tierras altas de Ronda, pasando antes por
Setenil de las Bodegas, con su Castillo y sus Murallas).