Más que ofrecer que sol, playa y carnaval
- Localidad: Provincia de Cádiz
- Fecha: 16/06/2015
- Fuente: Diario de Cádiz
Crear la Marca Cádiz y venderla en el mundo es uno de los retos pendientes de esta tierra. Pero antes de eso habrá que definir ¿cómo nos ven en el exterior?, ¿cómo nos vemos nosotros? y ¿cómo somos en realidad? Es decir, que estamos ante la búsqueda de esa triple personalidad que los expertos dicen que tienen todos los humanos. No es tarea baladí. Máxime cuando hay estereotipos consagrados sobradamente y que en muchos casos no hacemos más que refrendar. Cádiz es sol, playas, turismo, gracia, cachondeo, indolencia, paro, vagos, carnaval, historia... Es todo eso pero mucho más. Lo importante sería canalizar toda la energía positiva y abandonar ese derrotismo tan arraigado. Para intentarlo al menos, el pasado viernes se celebró un encuentro denominado Valores de la Marca Cádiz y en el que empresarios y personas vinculadas a la Universidad de Cádiz hablaron con Daniel Romero Abreu, gaditano cuya empresa, afincada entre Madrid y Miami, ha organizado más de 6.000 conferencias con líderes mundiales en todo el mundo y que ahora busca su expansión por Asia y África.
La conclusión principal que se sacó desde el inicio de las intervenciones es que Cádiz, la ciudad y la provincia, tienen un potencial enorme para brillar con luz propia sin tener que agarrarse al asidero del sector servicios, al turismo de sol y playa, a esa climatología benévola que asociamos con la calidad de vida. Porque esto no es incompatible con el avance económico. Romero Abreu puso un ejemplo que conoce bien. "Silicon Valley, en San Francisco, tiene un clima muy parecido al que disfrutamos en la provincia y sin embargo allí están asentadas algunas de las principales corporaciones tecnológicas del mundo".
¿Por qué si Cádiz es la capital del paro pero también la del ingenio no se traslada esa cualidad a otras facetas?
Andrés Nieto, de Canal Plus, destacaba que Cádiz tiene que contar con un aspecto "aspiracional donde el plano lúdico no esté reñido con los aspectos económicos".
Lucía Benítez, doctora en Comunicación y en Economía Aplicada, incidía en el lastre negativo que arrastra Cádiz, en una "falta de reutilización del pasado, que fue tan glorioso que ahora nos parece que no se puede igualar". Además censuró suavemente que el gaditano tiende a resolver la mitad de sus conflictos "con la risa".
¿Y el mar? ¿Cómo una provincia con tantos kilómetros de costa no saca más provecho del océano? Fidel Echevarría, director del CEI.Mar, dijo que no se puede menospreciar ese eslogan de "Cádiz, la ciudad que sonríe, pero también hay que vender historia, mar y poner en valor nuestra tierra, porque la provincia es un mundo por descubrir".
Por su parte Lola Rueda, de la empresa Turismo 2.0, indicó que "no hay duda de que en Cádiz hay talento, pero nos falta un liderazgo compartido. Aquí nos vendemos por separados".
No fue la única persona de la mesa que destacó esa falta de coordinación, de entendimiento entre las grandes comarcas de la provincia. Como si por apostar por Jerez, Cádiz o el Campo de Gibraltar se menospreciara al resto, cuando todas forman parte de una misma cosa.
Salustiano Martínez, de la UCA, llegó a asegurar que el gaditano en general es de condición "resignada y propenso al derrotismo".
Porque Cádiz a veces se encierra en sí misma y no aprovecha valores como el de los estudiantes, que han convertido ciudades como Granada en urbes abiertas y receptivas al talento.
Isabel Gallardo, del Club Carballo, destacó que Cádiz parece estancada en el tiempo y que debe aprovechar esa asociación que de la provincia se hace "en cuanto a la calidad de vida existente".
Daniel Romero Abreu, que fue dando la palabra a los intervinientes y proponiendo nuevos aspectos de debate, reconoció que él alardea mucho de Cádiz. "Lo de la gracia puede ser un inconveniente pero también tiene sus ventajas". También declaró que en el exterior hay un cierto "consenso" sobre la calidad de vida de esta zona, pero en el contrapunto "es cierto que tenemos fama de trabajar poco. Esa calidad de vida no puede estar asociada a que seamos vagos". También dejó una cuestión en el aire. ¿Por qué siendo tan creativos hay tanto paro, tanta fragmentación?
Belén González, empresaria del sector turístico que desarrolla su actividad en la Torre Tavira, le dio algunas respuestas. "Tenemos una gran materia prima. Para mí Cádiz es luz, un clima maravilloso, y sólo nos falta recorrido para saber vendernos, tener una visión más global".
Durante esta tormenta de ideas sobre Cádiz también se demandó una potente industria en torno al Carnaval.
Carmen Pinedo, consejera del consejo social de la UCA y presidenta de la Comisión de Asuntos Académicos, recordó que "no somos diferente a otras provincias. Cuando sales por ahí también escuchas lo mismo: somos una provincia compleja, que nos encerramos en nosotros mismos...Y no somos más especiales que otras".
El más joven de la reunión, Alejandro Vera, licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas que ha realizado su trabajo de fin de grado sobre la Marca Cádiz, a través de los análisis y el diagnóstico experto del PlanC, indicó que bajo su modo de ver "faltan alicientes en Cádiz para los jóvenes. A veces detecto un micropesimismo ciudadano. Es por eso por lo que no veo futuro aquí para mí en el mundo de la publicidad".
Ángel Coronado, gerente de la Clínica de La Salud, cree que uno de los problemas de Cádiz es que "ahora mismo no podemos retener ningún tipo de talento" y que hay que luchar contra "algunos estereotipos".
Para finalizar el encuentro, Daniel Romero Abreu prometió "volver más" a su tierra y también considera fundamental comunicar de una manera más clara al resto del mundo todos los valores que tiene Cádiz.