EL CONCEJAL DE CULTURA HACE UN BALANCE MUY POSITIVO DEL DESARROLLO DE LA XIX EDICIÓN DEL FESTIVAL DE COMEDIAS, CON UNA SOBRESALIENTE RESPUESTA DEL PÚBLICO
- Localidad: Bahía de Cádiz - El Puerto de Santa María
- Fecha: 08/09/2010
- Fuente: guiadecadiz.com
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, Millán Alegre, ha hecho balance del Festival de Teatro de Comedias, organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento y la Fundación Pedro Muñoz Seca con el patrocinio del Grupo Osborne y la colaboración de Diario de Cádiz y Rochdale, que se ha desarrollado durante todo el mes de agosto en el Patio Porticado de San Luis Gonzaga y en el Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca; espacios en los que el público ha podido disfrutar de un total de siete representaciones del género teatral popular por excelencia: la comedia.
Un total de siete obras de teatro y un espectáculo de teatro de calle han compuesto la programación de un certamen que pretende convertirse en un referente nacional entre los Festivales veraniegos que se realizan por todo el país. “Un esfuerzo muy importante de trabajo y colaboración que tras 19 experiencias podemos confirmar que se ha consolidado como el plato fuerte de la oferta cultural no sólo de El Puerto sino de toda la Bahía de Cádiz”, explica Millán Alegre, “y más si tenemos en cuenta la crisis generalizada que afecta a todos, público y organización”.
Millán Alegre explica que este año, como novedad, la XIX edición del Festival de Teatro de Comedias de El Puerto se ha celebrado en dos espacios escénicos distintos: el Patio Porticado de San Luis Gonzaga con 900 localidades de aforo aproximadamente y el Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca, que puede albergar 550 espectadores. Con el aliciente de que a éstos se ha sumado un tercero, el espacio peatonal de la Avenida de la Bajamar donde los transeúntes pudieron disfrutar libremente de un espectáculo lleno de fantasía y diversión en plena calle.
Alegre recuerda que el XIX Festival se inauguró el pasado 6 de agosto con la obra “El pisito”, adaptación teatral de uno de los títulos clave del cine español. Ahora Pedro Olea, al igual que Ferreri, toma las riendas de EL PISITO que, cincuenta años después, transforma el retrato certero e irónico de la España de entonces que realizara Rafael Azcona en un sainete de humor negro, esperpéntico y muy divertido, interpretado por unos geniales Pepe Viyuela, Teté Delgado y Asunción Balaguer.
Junto a “El pisito”, fueron cuatro obras más las programadas en el Patio Porticado de San Luis y que formaron el ya tradicional abono del Festival; la ingeniosa y divertidísima obra de Juan Carlos Rubio, “Tres”, protagonizada por Kiti Mánver, Nuria González y Aurora Sánchez; “¡Que viene mi marido!”, el clásico de Arniches en versión de Andrés Amorós y dirigida por el Premio Nacional de Teatro José Luis Alonso de Santos que volvió tras el éxito cosechado en su estreno nacional el pasado otoño; el pellizco y el duende de un genial Rafael Álvarez “El brujo” en “El testigo”, la recreación que Fernando Quiñones hizo de un tiempo y de una ciudad, Cádiz, en la que el flamenco no sólo fue grande, sino irrepetible; y, la encargada de cerrar el Festival fue la delirante comedia “Piedras en los bolsillos”, en la que Fernando Tejero y Julián Villagrán, en un ejercicio de interpretación, logran desdoblarse en casi una veintena de personajes sin más armas que su propio cuerpo.
El concejal popular ha destacado que este verano, como es habitual, la respuesta de los ciudadanos ha sido sobresaliente, rozando el lleno prácticamente en todas las funciones programadas dentro del abono y logrando un porcentaje global de asistencia que supera el 95 %. La función del domingo 15 de agosto, programada también en el Patio Porticado de San Luis Gonzaga aunque fuera de abono, tuvo un menor seguimiento – cifrado en poco más del 52% - sin duda causado porque la obra ¡Que viene mi marido! se había representado el día anterior dentro del abono.
Por su parte, el Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca albergó la sección del programa denominada “Nueva Comedia Contemporánea”, donde se ofrecieron algunas de las producciones más innovadoras, en cuanto a temática y lenguaje, y que están abriendo nuevas tendencias en el teatro actual. Así, en “La maleta de los nervios”, el prestigioso y premiado director escénico Antonio Álamo sorprendió al público en su nueva colaboración con el grupo “Chirigóticas” con una comedia coral de mujeres que parece que no hacen nada pero que en realidad hacen un montón de cosas, mujeres que no trabajan pero que no paran de trabajar, o sea, volcadas en el oficio más antiguo del mundo, el de amas de casa, una categoría que engloba mil quehaceres y preocupaciones a cambio de una recompensa más bien dudosa. Y, también causó –continúa explicando el concejal de Cultura- gran expectación la representación de “Los corderos” de Daniel Veronese. Personajes que sólo saben acercarse al otro humillándolo, igual que los animales. Aunque estrenada en agosto de 2009 en Buenos Aires, “Los corderos”, el último montaje de Histrión Teatro, fue la auténtica revelación de la última Muestra de Teatro Andaluz celebrada en El Puerto, donde impactó a la crítica especializada y a los programadores de los principales teatros de Andalucía por su ritmo trepidante, una puesta en escena transgresora y unas emotivas y espontáneas interpretaciones.
Alegre explica que a pesar de que las nuevas propuestas teatrales suelen atraer a un público menos numeroso, no obstante, sólo puede calificarse de exitoso el resultado cualitativo y cuantitativo de las dos funciones programadas en el Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca. Si La maleta de los nervios casi colgó el cartel de no hay billetes el sábado 7 de agosto, el grupo Histrión Teatro logró llenar la escena del Teatro – habilitado como escenario por necesidades técnicas y artísticas del espectáculo y con un aforo para 120 espectadores – de un público entregado al buen hacer de todo el reparto.
Por último y en la Avenida de la Bajamar se abrió un espacio al teatro de calle con el espectáculo “El enfermo imaginario”, que convirtió la última y más genial comedia de Molière en un espectáculo de calle lleno de fantasía y diversión: médicos zancudos de rostros guiñolescos, muebles que flotan y un protagonista que no para de inventarse enfermedades. Una de las cumbres de la dramaturgia que El Carromato transformó en una fiesta del teatro y que fue seguida por unos cuatrocientos espectadores, aproximadamente.