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Perderse en Cádiz con la mochila a la espalda

Foto: Parque natural de la Breña, Barbate

Cádiz la tacita de plata y un tesoro para muchos por sus maravillosos parajes. Esta provincia del sur deja todos los años cautivados a sus miles de viajeros. Para aquellos más aventureros es un lugar al que acudir con solo una mochila y recorrer toda la provincia. Cádiz, la madre de la tierra gaditana cuenta con unos hijos preciosos repartidos tanto en sus costas como en las montañas. Para vivir bien esta experiencia se recomienda ver Cádiz con la mochila como compañera, mano a mano en un viaje que cala para toda una vida.

Bosque de Niebla, Algeciras
Conocido por ser un bosque con gran humedad, consiguiendo que esta se presente como su seña de identidad. A través de su vegetación y árboles crecen preciosos senderos que invitan a recorrerlos durante horas. Siempre se podrá elegir la pista que uno desee y comenzar su ruta. Es la opción perfecta para desconectar de todo y, sobre todo, para los amantes del senderismo. No recomendado para aquellos a los que no les gusten las películas de terror porque en los días en los que la niebla es muy densa parece que se ha entrado en una.

Crestería de la Sierra del Pinar en Grazalema
Grazalema es un pueblo en la montaña que ha ido creciendo considerablemente en los últimos 10 años. Se encuentra rodeada de árboles porque está ubicada en el parque natural. Este bonito pueblo cuenta con una de las rutas más bonitas de la provincia, la Crestería de la Sierra del Pinar. Se recomienda estar en forma para subir a los dos picos más altos de Grazalema, además de contar con profesionales que guíen el camino. Las vistas son espectaculares y merece la pena repetirlo.

Parque natural de la Breña, Barbate
Barbate cuenta con un parque natural espectacular, naturaleza rodeada por playas salvajes, acantilados y pequeñas cascadas. Además, cuenta con una historia apasionante sobre cómo el Almirante Nelson consiguió vencer a Napoleón. El parque natural de la Breña es un lugar perfecto para realizar una buena ruta y descansar del estrés de la ciudad.

Vejer de la frontera, un viaje a lo largo de la historia
Vejer es un pequeño pueblo blanco con unas pendientes que para los que no están acostumbrados dejan sin aliento. Da guerra andar por sus calles, pero merece la pena, disfrutar y pasear por ellas. Sus ricos restaurantes con gastronomía del entorno son un bocado al mar y una cultura que se encuentra muy ligada a su pasado mozárabe.

Cádiz y todos sus rincones son una maravilla a la que volver cada año, solo se necesita una mochila y mucha fuerza para recorrer sus rincones. Que no pese el equipaje para poder tener una gran cantidad de recuerdos que acumular. Preparar un viaje donde lo más importante sea conectar con la naturaleza, descansar y olvidar por unos días el estrés. Al final este tipo de viajes son los que se recuerdan con un cariño especial que se mantiene en el tiempo y permite construir historias preciosas llenas de anécdotas. Cádiz es la preciosa reina blanca que espera tu llegada, no puedes perdértelo.