Una vez más, Andalucía figura entre los destinos preferidos por los turistas. Según el INE, el mes pasado sólo la superaron las Islas Baleares y Cataluña. Entre los lugares que más viajeros atraen, se encuentra Cádiz, que en 2024 registró casi 8 millones de pernoctaciones. Una buena parte de quienes lo visitan reservan su alojamiento y adquieren sus entradas a eventos de manera online.
Sin duda, Internet ha supuesto una auténtica revolución también en el sector turístico. Statista señala que la inmensa mayoría de quienes organizan sus vacaciones con agencias de viajes lo hacen a distancia. En el caso de Andalucía, hablamos de un 20,1 % frente a un 9,2 % de usuarios que siguen recurriendo a las agencias presenciales. No obstante, aunque el e-commerce resulta mucho más cómodo, también tiene sus inconvenientes.
INCIBE explica que, en apenas un año (de 2023 a 2024), los ciberdelitos subieron más de un 16 %. Por este motivo, algunas entidades financieras han desarrollado una tarjeta virtual cuyas características —que explicamos a continuación— reducen el riesgo de sufrir phishing y otros fraudes.
¿Qué diferencia a la tarjeta virtual de la de siempre?
Las tarjetas virtuales son tarjetas bancarias que permiten, como las convencionales, efectuar pagos (también a plazos). Por ejemplo: se pueden
comprar entradas a El lago de los cines que la compañía Ballet de Kiev presentará el 10 de octubre en el Teatro Municipal Horacio Noguera. Sin embargo, la diferencia está en el formato (como indica su nombre, es una tarjeta digital) y en la seguridad adicional que proporciona.
Una barrera de protección más frente a ciberdelincuentes
Esta clase de productos financieros existen en formato electrónico, lo que ofrece la ventaja de poder utilizar la tarjeta virtual en las compras online y en cualquier dispositivo: funciona tanto en el ordenador como en el smartphone. Además, la tarjeta virtual de Plazo Credit está vinculada a una app que requiere que el propietario de la tarjeta se identifique con anterioridad. Ello proporciona una protección adicional.
Para pagar con tarjeta virtual en establecimientos físicos, sólo hace falta asociar la tarjeta a Google Wallet o a una aplicación de cartera digital equivalente.
El viajero crea sus propias tarjetas
Igual que las VPN proporcionan privacidad a quienes las utilizan cuando navegan por Internet, las tarjetas virtuales ofrecen más seguridad que las físicas. Para empezar, no hay riesgo de perderlas. Además, es posible activar y desactivar la tarjeta desde la app. Ahora bien, su mayor ventaja está en que se pueden crear tantas tarjetas digitales como se desee.
Por ejemplo: el mismo turista puede generar una tarjeta virtual para pagar cuatro noches en el Hotel Boutique Convento Cádiz, ubicado en pleno centro (es un convento del siglo XVII), y crear otra tarjeta diferente para las entradas online a la Catedral de Cádiz, cuya arquitectura combina elementos barrocos y neoclásicos.
Tarjetas que sirven para una sola transacción
Cada una de estas dos tarjetas, que el turista habría generado para cada transacción, tiene un número, un código de seguridad y una fecha de caducidad diferentes. Ninguno de estos datos coincide, ni con la cuenta bancaria/tarjeta física (a la que está vinculada la tarjeta virtual) ni con la información de la otra tarjeta virtual generada. Son únicas y se crean en el instante, exclusivamente para cada transacción.
¿Por qué merece la pena utilizarlas al viajar?
En primer lugar, conviene destacar que el número de la tarjeta virtual se crea arbitrariamente. Dicho número sustituye al de la tarjeta original y al de la cuenta bancaria, de modo que el comercio sólo tendrá acceso durante la transacción al número aleatorio de la tarjeta virtual. Así pues, el número verídico permanece oculto en todo momento.
Control en tiempo real de los gastos
En segundo lugar, la app permite visualizar rápidamente los gastos efectuados con la tarjeta. Además, también ofrece la opción de limitar el importe. De esta manera, el turista puede determinar el tope de dinero que piensa gastar en su viaje. Esta opción es muy útil para evitar que los comercios carguen en la cuenta más dinero del que solicitan a priori por sus productos y servicios.
Comprar y ganar dinero a la vez
Con la opción cashback de Plazo Credit, el viajero obtiene recompensas por invertir su dinero en alguna de las más de 170 marcas sujetas a esta ventaja. Cualquier turista que tenga la tarjeta virtual de Plazo Credit podrá conseguir un 3 % de reembolso cuando invierte en establecimientos y marcas adheridos. Por ejemplo, si está en Cádiz, puede:
∙ Comprar la comida en el Mercadona de la Avenida de la Ilustración. ∙ Adquirir una cámara con la que fotografiar los recuerdos del viaje en la tienda Samsung de El Puerto de Santa María.
∙ Protegerse la piel con las cremas solares de la perfumería Primor, en la Plaza del Palillero.
Dinero para emergencias y recibir atención personalizada
La tarjeta virtual no sólo permite obtener un crédito de hasta 5.000 euros (ideal para cubrir los gastos imprevistos del viaje), sino que también fomenta la economía local gracias al sistema cashback. Sólo hay que descargar la app, pues la tarjeta virtual se activa al instante.
Además, para quienes gustan de viajar con mascotas, Plazo Credit incluye entre las prestaciones de su tarjeta virtual un chat 24/7 con veterinarios.