Una preciosa casa palacio de Cádiz que encierra una leyenda, la Casa del Pirata, un fabuloso edificio del que sólo se pueden visitar patio y subsuelo.
Una leyenda habla de una pareja de enamorados que no podían casarse por la falta de dinero. Él embarcó hacia América, prometiéndo a su amada que volvería siendo rico, hasta que un día se supo que el barco en el que viajaba había naufragado. Sin embargo, ella tenía esperanzas de que su amado cumpliera la promesa. Tiempo después él volvió siendo rico porque había naufragado en una isla y había hecho una fortuna como pirata. Le contó a su amada que tenía más riquezas, pero que tenía que navegar de nuevo para recogerlas. Ella, asustada por el océano, no le dejó irse.
Sin embargo, sabía que él anhelaba el mar, así que mandó a construir una casa, que se asemejara a un galeón desde donde pudiera ver el mar. Cuando ella murió, él la enterró en oro dentro de la casa. Una noche sorprendió a varios ladrones intentando saquear la tumba y los mató.
Pero la historia simplemente cuenta que es una casa palacio construida por un comerciante. El interior está decorado con aires marinos y en su salón de baile se encuentra un impresionante fresco de Abarzuza, quien fue el autor también del techo del Gran Teatro Falla. Además, esta casa queda reflejada en la acuarela del pintor orientalista Adrien Dauzats titulada "Calle de los Doblones" del 1835 y que se conserva en el museo del Louvre.
