La iglesia de La Merced perteneció al Convento de los mercedarios descalzos, fundado en 1629 a instancias de los duques de Medina Sidonia, protectores de la orden.
Debido a las destrucciones acaecidas a partir de las desamortizaciones decimonónicas, en la actualidad sólo se conservan la fachada principal y la torre de la iglesia, obras protobarrocas.
La torre tiene planta cuadrada y sus frentes se decoran con pilastras toscanas, rematándose por casquete semiesférico con linterna.
La portada se compone de tres cuerpos, el primero flanqueado por pilastras toscanas, y rematado por frontón curvo roto, apareciendo en el segundo el relieve de la Virgen de la Merced.
En su interior posee un retablo procedente de la capilla de capuchinos, obra de madera policromada realizada, presumiblemente por Torcuato Cayón, hacia 1770.