La muralla que rodeaba a Rota era de forma curva formando un óvalo imperfecto. Esta separaba la parte más cercana al muelle y quedaba dentro de la misma – La Villa- de la zona rural y de huertas. En este lugar exterior a los muros se fue desarrollando un asentamiento arrabal o árabe. La gente que trabajaba fuera o vivía en pequeñas haciendas de extramuros, en tiempos de peligro se refugiaban tras los protectores de los muros de la Villa.
A pesar de su carácter defensivo sus muros no tenían la altura ni la solidez de otras fortificaciones vecinas.
La primitiva muralla careció de torreones defensivos, si bien en las torres que flanqueaban las puertas y en las zonas más vulnerables poseería puestos de centinelas que más tarde se convertirían ante las hostigaciones enemigas en baluartes y baterías.
La plaza estuvo comunicada por tierra mediante puertas:
-Puerta de Sanlúcar: en el centro mirando al Norte
-Puerta de Regla o de Chipiona
-Puerta de Jerez
Cada una de estas puertas recibía el nombre de la población a donde conducía el camino que de ella partía.
La cerca poseía además otra puerta que unía la Villa con el muelle, por ser ésta la única que comunicaba directamente con el mar recibió el nombre de Puerta del Mar.