Esta posada es una de las más características entre las conservadas en la ciudad y puede fecharse en el siglo XVII. La arquitectura responde a esquemas populares, organizándose el edificio en torno a un patio con grandes arcos rebajados sobre pilares en primer cuerpo y galerías de madera en el segundo. Como es habitual en este tipo de edificios las dependencias bajas se destinaban a caballerizas y las altas para habitación.
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