Manu Sánchez llega a San Roque para abrirse en canal para reír como si no hubiese un mañana, ya que el propio cómico, que se ha tenido que enfrentar al cáncer, es muy consciente de que, quizás, no haya un mañana. Con absoluta naturalidad y sin miramientos, el comediante y presentador andaluz cuenta que hay vida antes de la muerte y que hay que exprimirla al máximo en cada momento.
