El Conjunto Arqueológico Romano de Medina son construcciones hidráulicas del siglo I d.C. con un total de 20 metros de galerías subterráneas cuya función como sistema de alcantarillado en la época romana, nos indica el grado de urbanización de la ciudad Assido-Caesarina.
La Calzada Romana
La gran cantidad de hallazgos arqueológicos que se han venido produciendo a lo largo de los siglos en Medina Sidonia, así como las excavaciones sistemáticas realizadas en los últimos años, nos descubre que la ciudad romana que se levantó en este cerro hace más de dos mil años, y a la que se llamó Asido Caesarina, alcanzó un esplendor urbanístico extraordinario, acorde con sus estatus jurídicos como Colonia de Derecho Romano.
La verdadera dimensión del urbanismo asidonense de la antigüedad es patente en las obras públicas hasta ahora localizadas, de las que es ejemplo singular este tramo de vía romana descubierta en 1977, y que discurre en parte a cuatro metros por debajo de la calle Álamo. Se identifica con una de las calles principales de Asido Caesarina, el Cardo Maximus, de orientación Norte-Sur.
Construida con grandes lozas de piedra, se compone de dos aceras (1,40 metros de anchura), y una calzada, que tiene cinco metros de ancho, capaz de permitir el paso de dos vehículos a la vez debajo del enlosado, se halla una cloaca de casi 1 metro de altura, que canalizaba las aguas de lluvia y las residuales de edificios y fuentes de la ciudad. Se han encontrado también dos tableros de juego (tabulae lusoriae) grabados sobre las losas de una de las aceras, a los que eran muy aficionados tanto los niños como los adultos romanos. Con la puesta en valor de este lugar, no sólo se ha dado un importante paso en el conocimiento histórico y urbanístico de la Medina Sidonia antigua, sino que también se ha acondicionado un espacio cultural que puede ser disfrutado por el público.
Las Cloacas
Las cloacas máximas se encuentran en la parte periférica de la ciudad, donde desemboca todo el entramado de cloacas más pequeñas que se extendían por la ciudad. Los muros están hechos de sillares de piedra arenisca y las bóvedas son de medio cañón corrido.
El suelo es el original y está impermeabilizado por una capa formada por una mezcla de cerámica triturada de cal. Se aprecia a ambos lados unos acordonamientos que impedirían la filtración de las aguas sucias a través de los muros. En las bóvedas encontramos unos registros circulares que conectaban directamente con las casas.
Visitas: duración aproximada de 1 hora.
Fuente: Turismo Medina
