Cada año, miles de visitantes regresan de Cádiz con la maleta llena de arena y el móvil repleto de fotos. Sin embargo, menos del 5 % de esas imágenes se imprimen. ¿Qué pasa con los recuerdos cuando se quedan atrapados en la nube? ¿Qué queda del paseo por la Caleta, de ese atardecer en Bolonia, de una tapa de camarones junto al puerto? La memoria necesita algo tangible. El artículo explora por qué los recuerdos merecen mejor destino que una carpeta olvidada en el smartphone.

El souvenir ha muerto, viva el objeto con alma

La provincia de Cádiz, con su rica historia, su impresionante belleza natural y su rica cultura, se presenta como un destino ideal para la Semana Santa. Más allá de las tradiciones religiosas, Cádiz ofrece una amplia gama de planes para todos los gustos, desde disfrutar de la solemnidad de sus procesiones, hasta explorar sus pueblos, practicar kitesurf en las playas de Tarifa o deleitarse con su gastronomía.

Que Cádiz es una de las ciudades que mayor número de turistas reciben de nuestro país no es ningún secreto para nadie. Los motivos que le llevan a consolidar esta popularidad son de sobra conocidos por todos: a una gastronomía increíble se le suma una herencia cultural sin precedentes. Además, también intervienen una gran cantidad de factores: como la interminable oferta de ocio y de restauración que nos ofrece y las buenas vibraciones que se respiran en sus calles gracias al carácter que define a todos sus ciudadanos.